Nos encontramos en un momento clave para la consolidación de las marcas en el mercado de la telefonía móvil inteligente. Sabemos que Nokia, Samsung y LG se han convertido en líderes durante todo este tiempo, pero también sabemos que hasta los gigantes más ciclópeos se ven obligados a redirigir su estrategia y a realizar ciertos cambios en sus catálogos. Un caso evidente es el de Nokia, compañía que en los últimos tiempos se ha apuntado a la experiencia Windows Phone para relanzar sus dispositivos de alta gama. Mientras tanto, Apple sigue enzarzada en el desarrollo de su pieza más preciada: el nuevo iPhone 5. Aunque todavía desconocemos su ficha técnica oficial, tenemos sobre la mesa algunas informaciones que pueden revelarnos más datos acerca de su perfil técnico. Hoy tenemos que prestar atención al sistema de la batería, que promete mejoras importantes.
Un informe del medio Digitimes, acostumbrado a dar rienda suelta a este tipo de informaciones, nos explica que la compañía Apple tiene la firme intención de mejorar la batería del nuevo iPhone 5. Sabemos que el nuevo terminal de Apple podría contar con importantes cambios que supondrían un aumento significativo del consumo de batería, de manera que así no resultaría nada extraño que la de Cupertino hubiera tenido que replantearse el formato, las condiciones y el rendimiento general de la batería. Algunos pone de ejemplo el Motorola RAZR Maxx, un dispositivo que ha llegado al mercado con una batería de 3.000 miliamperios, lo que garantizaría (siempre según las estimaciones de Motorola) una autonomía de hasta 21 horas en conversación. Si esto sucede, estaríamos ante una de las baterías más potentes del mercado actual y Apple lo tendría francamente difícil, en el caso de que se planteara superar cualquier récord.
Pero lo importante, y aquí coincidirán los amantes de los aparatos de Apple, es en realidad que la firma supere su propia marca y pueda garantizar una experiencia lo suficientemente holgada como para que el iPhone 5 se convierta en una herramienta útil. No obstante, algunos expertos ya han avanzado que resultará muy difícil para Apple lograr una autonomía más larga en un dispositivo que podrá conectarse a redes 4G/LTE.
La desconfianza es más patente si nos fijamos en el resto de características técnicas que podría ostentar este terminal. En los últimos días, por ejemplo, se ha indicado que Apple estaría dispuesta a integrar una pantalla de más de cuatro pulgadas, lo que sin duda se convertiría en un verdadero lastre para la autonomía del nuevo iPhone. Por si esto fuera poco, la compañía podría optar por un nuevo procesador A6 de cuatro núcleos y por un aumento de la capacidad del procesador de gráficos. Estas mejoras, de alcance significativo, podrían mermar – sin lugar a dudas – la autonomía del terminal, a no ser que Apple tenga planteada una solución que pueda dejarnos a todos con la boca abierta. Lo veremos más adelante, no sabemos si en junio o en octubre, puesto que Apple sigue tan callada como de costumbre.
fuente:tuexperto
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