Está recubierto de una placenta transparente para que espiemos sus aventuras prenatales sin perder el más mínimo detalle, pudiendo así tomar nota de sus gamberradas y echárselas en cara cuando nazca. Nacer debiendo castigos lo colocará en una posición de inferioridad que nos puede venir muy bien para mandarlo a recoger la comida de la pollería sin sentir remordimientos.
Ah, y además es un jabón.
Es obra de Donna Galea y el feto en sí es sintético (una pena). Se pueden adquirir en su página y, quién sabe, a lo mejor si pides dos docenas te tocan unos mellizos. Cuestión de negociar.
Visto en This is why I'm broke
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