La sombra de Megaupload es muy alargada. El crecimiento y posterior caída de la red para compartir archivos más grande de Internet (caída obligada por el contencioso legal que mantiene con el gobierno de Estados Unidos por una posible vulneración de la propiedad intelectual) ha creado una situación de incertidumbre en otros servicios similares que temen ser los siguientes que sufran el acoso legal.
Algunos de estos servicios ya han optado por restringir o eliminar sus capacidades para compartir archivos de manera pública, como por ejemplo el caso de Filesonic. Y este temor ha llegado a las orillas del servicio de almacenamiento en red más popular de la red, Dropbox.
La compañía ha anunciado que a partir del fin de julio ya no será posible aprovecharse de la función de compartir carpetas de manera pública. El hecho de que dentro de estas carpetas públicas se puedan encontrar contenidos que infrinjan los derechos de autor podría ser un motivo para que los organismos legales se aventuraran en una nueva batalla para echar abajo este popular servicio (aunque la posibilidad de que se produzca un caso similar al de Megaupload es mucho menor).
No obstante, Dropbox quiere reducir al mínimo el peligro de que se produzcan ataques legales y para ello acabará con una de las características que más peligro suponen para la empresa.
Sea como fuere, Dropbox sí que mantendrá otra opción para compartir archivos o carpetas de la cuenta de este servicio con cualquier usuario de la red mediante la creación de un link público.
Hay que tener en cuenta que Dropbox anuncia este cambio para las nuevas cuentas que se creen a partir del 1 de julio. Eso significa que aquellos usuarios que ya formen parte de la red pueden mantener sus carpetas públicas con las mismas funciones que hasta el momento y en principio (aunque no queda del todo claro en el anuncio oficial de Dropbox) los usuarios que ya tengan una cuenta podrán seguir creando carpetas de este tipo después de julio.
En otro orden de cosas, el juicio a Megaupload (que ha supuesto un verdadero terremoto en la red) continúa su camino, un camino que va para largo.
El proceso de extradición de Kit Dotcom, el fundador de Megaupload y residente natural de Nueva Zelanda, podría demorarse varios años si no se produce un cambio muy drástico en los próximos meses. Tampoco el juicio parece que vaya a resultar rápido. El último paso en esta historia ha consistido en la exigencia por parte del Alto Tribunal de Nueva Zelanda de que el FBI realice una copia de los 150 TB de datos que han tomado de los servidores de Megaupload y los envíen a Kim Dotcom.
Pero el problema no se detiene en el contencioso entre el FBI y Megaupload. El gran punto que puede crear un precedente muy importante en la legislatura de Internet es la responsabilidad del gobierno estadounidense en este asunto. El problema estriba en la enorme cantidad de información que los usuarios de Megaupload guardaban en sus cuentas y a la que no pueden acceder desde que se cerró el servicio.
El asunto no es baladí, ya que una parte importante de la misma eran datos completamente legales. El hecho de no poder acceder a dichos datos está llevando a algunos usuarios a denunciar al Gobierno. La pretensión de éste de que los usuarios que quieran recuperar sus archivos deban pagar por el coste que ha supuesto su mantenimiento parece algo más que exagerado.
fuente:tuexperto
No hay comentarios:
Publicar un comentario